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lunes, 7 de junio de 2021

KAZE AND THE WILD MASKS, UN JUEGO DE PLATAFORMAS IMPRESCINDIBLE

Como ya comenté en la entrada sobre Battle Axe, llevamos una buena racha de juegos de mecánicas retro lanzados en la actualidad y además en físico, a lo que se suma ahora este Kaze, un sorprendentemente bueno juego de plataformas que ha sido lanzado en consolas (PS4, Xbox, Switch) y PC y además en formato físico (excepto en PC donde lógicamente ya todo es digital).

Kaze no inventa la rueda. Es un plataformas de corte clásico con mecánicas que recuerdan a juegos como Donkey Kong Country, Rayman legends, o el clásico Mario Bros. La cuestión es que su jugabilidad es muy dinámica y adictiva, y aunque no aporta realmente nada nuevo, lo que hace lo hace muy bien. Y eso lo convierte en un juego que creo que merece la pena tener si te gustan este tipo de títulos. Adquirí la versión de PS4 casi por pura inercia, al saber que era un juego de plataformas de planteamiento clásico lanzado en físico para plataformas actuales, y ha sido toda una sorpresa descubrir que es realmente muy bueno.

El juego ha sido programado por PixelHive y distribuido por Soedesco.

Nuestro personaje, Kaze, es una coneja de largas orejas. Con ellas puede planear y engancharse a cuerdas y otros elementos del escenario. Resulta un personaje realmente simpático al que se le coge cariño rápidamente. Nuestro objetivo, como todo juego de este tipo, es alcanzar el final de la fase saltando sobre todo tipo de plataformas fijas y móviles, engancharnos a cuerdas, rebotar sobre enemigos, etc. Disponemos de un ataque giratorio con el que podemos eliminar frontalmente a algunos enemigos, mientras que otros requieren que saltemos encima, ya sea de forma normal o usando un ataque en picado hacia abajo. Tenemos la posibilidad de recoger un corazón, donde nuestro compañero convertido en "alma" nos protege contra un impacto. Evidentemente esto no sirve para caídas al vacío, lava o agua tóxica, donde la muerte es instantánea. 

El argumento del juego es bastante simplón como era de esperar, pero básicamente "la mala" de turno ha convertido a todas las verduras en enemigos y debemos derrotarla para que todo vuelva a la normalidad.


Si no hemos conseguido alcanzar el checkpoint, que suele localizarse hacia la mitad de la fase, toca comenzar desde el principio. El juego carece de vidas como tal, simplemente tendremos que reiniciar la fase desde el principio o desde el punto de control las veces que queramos. El juego asume que vamos a morir indiscriminadamente, por lo que prescinde de las vidas como tal.

Durante el juego, se nos proporcionan máscaras (de ahí la coletilla del título) con la que nos transformamos en animales, con las que nuestro personaje adquiere nuevas habilidades. Esto está claramente inspirado en Wonderboy, aunque recordemos que éste último tiene cierto componente de Metroidvania con backtracking, pero Kaze es un juego de plataformas puro y duro.


Hay muchas fases centradas en esas máscaras, y que deben ser atravesadas con esas habilidades específicas. Así por ejemplo, la máscara del águila nos permite volar, lo que lleva a fases en las que debemos planear, descender y ascender por el escenario, esquivando proyectiles y enemigos y lidiando con corrientes de aire. La máscara del tiburón nos permite nadar y bucear, lo que lleva a fases submarinas similares a las del Águila pero bajo el agua, con sus correspondientes enemigos y corrientes marinas. La máscara del tigre nos permite trepar por muros y disponemos de un ataque frontal. Por último, la máscara del lagarto nos proporciona un doble salto y un ataque el picado más potente, pero correremos hacia adelante sin parar con un scroll automático a toda velocidad.


El juego dispone de 4 islas, cada una con sus diferentes fases, la última de ellas corresponde siempre al jefe final, que debemos derrotar para pasar a la siguiente isla.

Cada fase puede ser superada si llegamos al final, pero si realmente queremos completarla de verdad deberemos recoger las 4 letras que conforman la palabra "KAZE", más o menos escondidas (lo cual nos proporcionará el cristal amarillo). También podemos recoger al menos 100 cristales (lo que nos proporciona el cristal rojo). Por último, debemos descubrir y superar las dos fases adicionales ocultas, en las que tendremos que superar algún reto (recoger cristales, destruir enemigos o llegar a un determinado punto, etc siempre en un tiempo límite). Si conseguimos superar ambos retos, se nos proporcionará un cristal verde. Éstos últimos son especialmente importantes, porque en cada isla hay una fase especial especialmente complicada, a la que sólo tendremos acceso si conseguimos todos los cristales verdes de las fases de la isla donde nos encontremos. Al insertar los cristales en la puerta, se nos desbloquea la fase especial en cuestión, que se caracteriza por un nivel de dificultad especialmente elevado.


Atravesar las fases a la primera sin dejarse nada de lo comentado antes, es más complicado cuanto más avancemos en el juego, lo cual nos puede hacer repetir esa fase en cuestión hasta conseguir los 3 cristales. Evidentemente puedes pasarte el juego sin recoger nada, pero pierde gran parte de la gracia y no se puede considerar completado.

En realidad, estos cristales no son todo "el jugo" que se puede sacar de cada pantalla, si queremos rizar el rizo y hacerlo a la perfección, tenemos la posibilidad de intentar atravesarlas sin recibir daño o hacerlas contrareloj para conseguir alguna de las 3 medallas posibles (en cuyo caso se prescinde de punto de control y de cristales, y si morimos nos toca repetir desde el principio).


Dificultad no apta para todo el mundo

Pese al aspecto amigable del juego en cuanto a su estética, y las primeras fases que son bastante asequibles, el juego se vuelve especialmente complicado a partir de la tercera isla, con algunas fases que se vuelven bastante complicadas. Las fases desbloqueables con los cristales verdes pueden suponer un pico de dificultad considerable.

Son especialmente destacables aquellas en las que debes correr para no ser atrapado por un tornado o cualquier otro peligro que te persigue, y donde deben realizarse saltos perfectos entre plataformas y rebotes sobre enemigos. Estas fases suelen tener que repetirse varias veces a modo de ensayo y error hasta que consigues hacer la combinación perfecta de saltos y rebotes. Esto llega a su máximo exponente en las fases donde se usa la máscara de lagarto, donde corremos a toda velocidad y debemos hacer una combinación loca de saltos y rebotes perfectos. Si además queremos conseguir todos los cristales (como si no fuera ya suficiente llegar al final de la fase) deberemos invertir algo de tiempo si no somos muy mañosos. En este sentido, me recuerdan a las fases de Rayman Legends donde corremos sin parar y debemos hacer algo similar. El juego por tanto puede llegar a tener un punto de frustración aunque nada que no se puede solucionar con un poco de perseverancia.

Gráficos píxel art

No voy a decir que los gráficos de un juego así vayan a sorprender, pero sí están creados con un pixel art con muy buen gusto y no demasiado agresivo (existe algo de pixelación pero no llega a los niveles de por ejemplo Battle Axe). Las diferentes fases han sido creadas con gráficos sencillos, pero coloristas y efectivos. El juego es por tanto agradable a la vista y se agradece en un juego así. Aunque no sea tan imprescidible.


Jugabilidad de gran calidad

El juego tiene un componente de adicción importante, porque nos invita a repetir e insistir para superar ese reto que no podemos atravesar o para completar esa fase a la perfección. Y dado que no son fases muy largas, no se hace excesivamente pesado repetirlas. Además todas ellas están muy inspiradas, el diseño de los niveles me parece excelente y la jugabilidad muy divertida, Kaze se controla y responde a la perfección, lo cual por otra parte creo que es imprescindible en un juego de estas características.

Música inspirada

En cualquier juego se agradece una buena banda sonora, pero la de Kaze ha resultado ser sorprendentemente buena. Las músicas de las diferentes fases ha sido creadas con muy buen gusto y están excelentemente compuestas, además de bien adaptadas a cada localización.

En resumen, un gran juego de plataformas muy recomendable.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene buena pinta, pero a mi me recuerda que hace años lei una entrevista en HOBBYCONSOLAS con el autor del SONIC y que antes de crear su personaje creo uno similar a un conejo que usaba sus orejas para coger objetos y usar habilidades, pero no quiero hacer comparaciones.

Manuel P. Almuedo dijo...

Bueno, ese juego nunca llegó a salir así que no hay nada con lo que comparar. Además tanto da, este en concreto es muy buen juego.