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miércoles, 20 de agosto de 2008

ESPGALUDA

Permitidme que saque del cajón una reseña que aúnque considero incompleta por no poder llegar a profundizar lo que me hubiera gustado en el juego, creo que si permite hacerse una idea de lo que es el juego:
Han invadido tu reino y acribillado a tu pareja que se desangra sobre la alfombra persa de palacio. Estallas en una poderosa transformación y liquídas a sus asesinos, pero eso no es suficiente, no pararás hasta hacérselo pagar uno por uno: era una alfombra carísima
O eso es lo que entendí tras la intro que nos suelta en un mundo de fantasía con toques de steampunk, dónde se alternan enemigos humanos con máquinas voladoras imposibles o ingenios pseudo-revolución industrial. Y es que a pesar de lo hortera que resulta el arte de este juego en algunos momentos, no deja de ser una maravilla.

Porque si algo tiene el juego es carácter, lo que en conjunto resulta indudablemente positivo pero en desglose, es ciertamente extravagante. El mejor y más notable ejemplo es al empezar el juego: en la selección de personaje, si coges al chico se transforma en chica y si coges a la chica se transforma en chico, luego viene la intro, dónde en lo que parecía un inocente mundo de hadas, la sangre se hace notar cuándo el enemigo al que disparas es humano, pero lo que realmente termina de agravar estas sensaciones es la música, que recuerda a los mejores éxitos de la música Trance.

Sin embargo, pronto la música no es tan machacona (de hecho mejora con el transcurrir de las fases) y vamos descubriendo que no sólo los diseños de los fondos y de los personajes estan por encima de la media, sino que en algunos casos verlos en movimiento resulta una maravilla. Y lo que es raro, resulta que sólo era diferente. Aunque podían haber pasado del Trance, la verdad.
Si pasamos a cuestiones más importantes, os diré que cómo de costumbre en los juegos de Cave el control es realmente excelente, lo que unido a que este es más asequible (en cuánto a dificultad) que otros títulos de la compañía nos dejará con un verdadero espectáculo en la pantalla tras unas pocas partidas.
No hay que cometer el error de pensar que una menor dificultad significa un reto menor, pues en el caso de Espgaluda este consiste en encontrar la mejor estrategia para elevar la puntuación.
El jugador acumula gemas o cristales que mediante el botón secundario te permiten un momento slowmotion en el que no sólo van más lentos los proyectiles enemigos sino que si eliminamos al enemigo que los originó recibimos puntos por cada uno de ellos. Así la recolección y administración de gemas junto a la caza de los momentos oportunos de cada fase garantizan el interés del título por largo tiempo.
Por lo poco que he podido probar, el port a PS2 es bastante fiel a la placa original, y al menos en los primeros niveles sólo he encontrado alguna diferencia en la dificultad, resultado el port ligeramente más sencillo.
Por último, disculpad que las capturas no sean originales sino obtenidas a través de google, no es lo mismo pero creo que son suficiente cómo para identificar el juego dentro de los títulos de Cave.

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