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martes, 20 de julio de 2010

A VUELTAS CON LOS BOOTLEGS

Como ya comentábamos en el artículo sobre Gaelco, escribí hace bastante sobre los bootlegs o placas copia. En España son, por desgracia, placas muy frecuentes de ver, debido a que se importaron muchísimas durante la época álgida de los arcades. En otros países como Japón es impensable hablar de estas placas, no sólo por el hecho de haber sido en su momento fabricantes de originales, sino por su propia cultura que ve como un insulto la copia de uno de sus productos nacionales por excelencia: los videojuegos, sin importar el formato.



En España, sin embargo, país de pícaros, en los salones recreativos se estilaban mucho. Los jugadores no notaban diferencias con los originales y sin embargo los beneficios para el propietario eran más elevados, ya que debido al bajo precio de estas placas respecto a las originales, eran rápidamente amortizadas. Lo que permitía percibir beneficios mucho antes. Sin duda, algo demasiado goloso como para ser obviado. Evidentemente muchos salones usaban placas originales, pero dado que no resultaba posible ver el interior de las máquinas (ni tampoco en su momento hubieramos distinguido nada por puro desconocimiento) mucho me temo y viendo el mercado actual de bootlegs, que estas placas estaban más extendidas de lo que a priori podría esperarse. En el mercado actual de compra-venta ello conlleva ciertos riesgos de engaño o timo que básicamente se centran en pretender vender como original una placa bootleg. Para evitar este hecho es necesario asegurar que se trata de un original o una copia llegando a solicitar incluso una foto de la placa en cuestión. Las placas bootleg son además muy baratas comparada con los originales, por lo que un precio bajo para según qué placas supuestamente originales debe hacernos sospechar. Y a la inversa, si el precio es alto debemos asegurarnos más que nunca de que se trata del original, si no queremos acabar pagando una fortuna por una copia.

Cayeron en mis manos dos bootlegs al inicio de comenzar a comprar placas. Una de ellas pertenecía a uno de los juegos que ya comentamos aquí: Cadillacs and Dinosaurs. El otro es el juego The Punisher. Ambos juegos en su formato original pertenecen al formato CPS de Capcom, con encapsulado QSound (foto de la izquierda). Evidentemente la versión bootleg, cuya foto encabeza este artículo, es una simple placa que no tiene nada que ver con la original. Las CPS fueron masacradas a bootlegs debido a la facilidad para dumpear las roms. Street Fighter 2 fue otro juego extremadamente copiado, tanto, que se dice que si se hubieran abierto varias máquinas de este juego en su momento en cualquier salón recreativo español, hubiera sido más probable que fuera un bootleg antes que un original.

Una enorme placa bootleg de Street Fighter 2

El problema actual es que no sólo los originales CPS son más caros sino que para más inri incorporan baterías suicidas por lo que la adquisición de dichos originales resulta más problemática. No sólo por precio, sino porque además es recomendable adquirirlas sólo si la batería suicida ha sido retirada. Es, por lo tanto, una tentación hacerse con un bootleg para esquivar estos inconvenientes.

Los cartuchos MVS de Neo Geo también han sido víctima de copias hasta la extenuación. Afortunadamente los cartuchos originales resultan bastante baratos, por lo que los coleccionistas no necesitan acudir a las copias por ninguna razón aparente. Sin embargo, sí que pueden ser objeto de engaño por vendernos alguna copia. A veces distinguirlos de los originales puede ser complicado, y a simple vista pueden confundirnos. La mayoría de diferencias una vez en las manos se centran en la evidencia de que la etiqueta no es la original y que el cartucho resulta diferente al tacto. Si aun así nos han despistado con ello, la única manera de hacer la distinción es ver la placa de circuito integrado interior, que es donde podemos ver las principales y evidentes diferencias.

Existe una filosofía de aceptación de bootlegs en este país. Eran tan comunes que se aceptan como algo habitual, se compran y venden con total normalidad. Algunas personas alegan que dado que eran las placas más frecuentes en España, forman parte de nuestra historia, y por tanto su adquisición resulta legítima. Debemos recordar, sin embargo, que pese a lo extendidas que llegaron a estar, no dejan de ser copias. Su valor como coleccionismo es cuestionable a menos que nuestra colección esté confeccionada por bootlegs de manera intencionada. Sin embargo, creo que a los que coleccionamos placas, las originales nos resultan más valiosas, no porque nos lo parezca sino porque además lo son objetivamente.

Los inconvenientes de los bootlegs

Poco valor en el mercado

Como toda copia, los bootlegs tienen un valor en el mercado bastante bajo. Además el mercado potencial se resume casi exclusivamente al mercado español. Por regla general, en el extranjero están mal vistas por lo que puede ser más complicadas de vender en esos mercados si se diera el caso. Esto es una razón de peso para la adquisición de originales, ya que tienen la capacidad potencial de revalorizarse, especialmente si además tenían baterías suicidas y han sido retiradas, por lo que la placa ya no puede perderse por esa razón. Otro factor importante es el número de originales en circulación, ya que en caso de haber pocos su valor puede dispararse. Un claro ejemplo de este hecho es la placa de Ghost & Goblins, bastante complicada de encontrar y por lo general, especialmente cara. No cabe esperar que un bootleg se revalorice excesivamente, aunque por otra parte ello permite que estén relativamente libres de la especulación, que sí puede afectar a las placas originales.

Poco valor como coleccionismo

Como decía antes, es posible que existan coleccionistas de bootlegs, aunque personalmente no conozco ninguno. Por lo general, los coleccionistas mezclan bootlegs con originales, y otros como es mi caso, sólo aceptamos originales.
Dejando de lado el poco valor económico de las copias, no creo que tengan tampoco demasiado valor desde un punto de vista filosófico. Una de las razones que me impulsan a tener originales es poder tener, ver y disfrutar de las placas y los juegos tal y como fueron concebidos por las compañías que las crearon. Me resulta complicado entender qué interés puede tener en este sentido una placa bootleg, completamente diferente al original, creada con chips y eproms de bajo coste y de fabricación desconocida. Por lo que fuera de poder disfrutar de ese juego a precio bajo no tienen gran interés pedagógico....

Pueden ser más aparatosas

Esto no tiene por qué ser una verdad absoluta, de hecho un bootleg de CPS está concebido en una sola placa de circuito integrado, a diferencia de las originales que incorporan 3 placas superpuestas. Sin embargo, también han existido placas bootlegs realmente enormes comparada con los originales como puede verse en la anterior imagen de Street Fighter 2, o de varios pisos. Esto ocurría sobretodo en la época de los arcade de los 80.

Bootleg de Ikari III

Los juegos no siempre son iguales

Los juegos copias son en muchas ocasiones poco distinguibles de los originales, aunque más susceptibles de contener errores gráficos o de sonido. Esto pude evidenciarlo con los bootlegs de Cadillacs and dinosaurs y The Punisher. Ambos juegos presentaban pequeños errores gráficos en marcadores y sprites. Además el sonido resultaba muy extraño, ya que faltaban claramente samples de digitalización como voces o música. Aunque como todo, existen bootlegs prácticamente indistinguibles, en el caso de estos dos juegos era muy evidente de que se trataban de malas copias.
Otro tema es el hackeo intencionado de las roms. Algunos bootlegs incorporaban cambios en el juego, modificiaciones realizadas intencionadamente respecto a los originales con el objetivo de conseguir algún cambio gráfico o ventajas como movimientos adicionales en los arcades de lucha. Un caso conocido es el de Street Fighter 2 Rainbow Edition donde, por ejemplo, Ryu o Ken pueden lanzar bolas de energía múltiples o es posible cambiar de personaje durante el juego, entre otras alteraciones. Algunos aficionados valoran positivamente esta versión del juego y muestran interés por su adquisición pese a tratarse de un bootleg.



Pueden crear confusión

En ocasiones incluso externamente una placa bootleg puede crear cierta confusión por su parecido con la original. Sin embargo, sólo es necesario fijarse un poco para ver las diferencias. Están fabricadas con chips más baratos y eproms de menor memoria, lo que implica un mayor número de ellos para contener todas las roms del juego. Pero una de las principales diferencias es que por lo general, los originales llevan serigrafiados el nombre de la compañía fabricante de la placa o llevan pegatinas identificativas. Las placas bootleg no llegaban a ese nivel de imitación. Sin embargo, para aficionados que se inician en el coleccionismo de placas este parecido externo puede llevar a engaño.

Black Tiger original

Black Tiger Bootleg

No es la intención de este artículo desprestigiar las placas bootlegs, aunque tratándonse de simples copias tampoco habría por qué evitar hacerlo. Sin embargo, se debe aceptar que existe un mercado de placas de este tipo y muchos aficionados las adquirieren por razones perfectamente respetables. A veces por motivos económicos y en otras casos por no existir alternativa: en ocasiones, la versión original del juego es demasiado difícil de conseguir, por su abultado precio o por el escaso número de copias disponibles. En estos casos puede ser preferible poder jugar aunque sea con un bootleg, que no poder jugar.
Sin embargo, creo que resulta más práctico adaptar un PC con jamma y tirar de emulación antes de enfrascarse en la compra de bootlegs.

En mi caso, los dos bootlegs eran demasiado malos como para querer conservarlos, por lo que acabé cambiándolos por cartuchos MVS.

5 comentarios:

macrogmittrei dijo...

La verdad es que yo tengo una visión diferente respecto a los bootlegs.
Desde mi punto de vista lo interesante de estas placas es la "vida" que hayan tenido, las partidas y los buenos ratos que han podido hacer pasar a muchos aficionados a los arcades. El valor desde el punto de vista del coleccionismo no es algo que me parezca muy relevante. Si puedo tener la placa original, perfecto, pero si no tampoco le voy a hacer ascos a un bootleg. Es más, si no fuese por la existencia de estos, en España no habríamos vivido ni la mitad del fenómeno arcade que tuvimos. Con el valor de la peseta en aquella época, no creo que muchos pequeños empresarios hubiesen podido adquirir placas originales y extranjeras con la frecuencia con la que se compraban las bootleg.

Manuel P. Almuedo dijo...

Por esa misma razón existe esa cultura de aceptación de la que hablo en el artículo, pero pese a todo el aspecto romántico que comentas, no dejan de ser copias. Y en algunos casos muy malas. No estoy poniendo en duda el mérito de estas placas, pero sin olvidar nunca lo que son, ni tampoco critico a los que tienes bootlegs como alternativa a originales inaccesibles. Pero creo que objetivamente hablando su valor es inferior a los originales por motivos obvios. Pero una vez más insisto que yo no niego su mérito como potenciadoras del movimiento arcade en su momento. A nivel coleccionista, como ya comento en el artículo, ya depende de cada cual el valor que quiera darles y si las acepta o no en su colección. En mi caso particular quiero hacerme con los juegos que más jugué en mi infancia, y a nivel de colección para mi tiene un valor infinitamente superior saber que esa placa es la original de la compañía en cuestión. Sería como el que colecciona sellos y admite en su colección fotocopias de originales. Dan el pego, desde luego, pero parece claro que no valen nada al fin y al cabo. Muchos dirán que no es lo mismo, y que por el hecho de que esas placas se jugaran en su momento hacen que sean legítimas en los tiempos actuales. O sea, que por el hecho de que estuvieron tan extendidas y los dueños de los salones nos la metieron doblada haciéndonos jugar a copias, buenas copias, pero copias al fin y al cabo actualmente adquieren valor.

Lo gracioso del caso es que en su momento nadie sabía si lo que se jugaba era copia o original, por lo que actualmente acepto que yo jugué a originales hasta que se demuestre lo contrario. Por tanto no tengo razones de peso para adquirir bootlegs.

Anónimo dijo...

OLA BUENOS DIAS. ESTUBE LEYENDO TU POST. MUY INTERESANTE Y DETALLADO. EN CAMBIO ESTOY CONTIGO , POR K NO HAY COMO JUGAR UN JUEGO ORIGINAL, SE APRECIA AL MAXIMO TANTO LA GRAFICA COMO EL SONIDO , EJECUCIONES DE CADA MOVIMIENTO, ACABO DE ADQUIRIR . EL MK1, MK2 , KILLER INSTICN , Y CREANME ES DE LO MEJOR. Y HASTA LA FECHA ESTOY BATALLANDO PARA ENCONTRAR LA PLACA ORIGINAL STREET FIGHTER CHAMPION EDITION.. SIN EMBARGO LAS BOOTLEG SON ENTRETENDIAS.. SALUDOS HERMANO

Anónimo dijo...

Muy interesante tu blog,

yo colecciono placas JAMMA desde 1996 aproximadamente,
y tarde un poquito en darme cuenta del tema Bootlegs/originales...,

la verdad es que en cuanto me di cuenta de las diferencias entre un CAPTAIN COMMANDO BOOTLEG y ORIGINAL...,diferencias de calidad en el sonido por ejemplo...,

pues empece a intentar conseguir las placas originales...,

pero la verdad es que tade poco en volver a comprar BOOTLEGS xDDD,

algunas placas son muy dificiles de conseguir originales,

yo estoy practicamente seguro de que del 100%100 de GOLDEN AXES que llegaron a españa el 98% fueron BOOTLEGS,

y estoy seguro por que he vaciado salones de barcelona enteros,

y tratado con distribuidores,muchos xD,

en resumen...que prefiero las originales pero para mi que estoy en este tema por la nostalgia...pue sal final me da lo mismo,

les tengo mucho cariño a los FINAL CRASH y SF2 piratones...,y eso que las BOOTLEG CPS1 son lo peor,

mucho mejores son las PreCPS,o algunas TECMO como GEMINI WING o RYGAR que practicamente son perfectas...,

otra cosa son los converts,osea convertir un SF2 DASH/HYPER en un DAIMAKAIMURA...,

esto me parece incluso algo deportivo xD,me encanta y disfruto de estas placas como de un original,

saludos.

saludos.

Unknown dijo...

Yo tengo mi Double Dragón 1987 Bootleg, y me está saliendo bastante bueno. El original de Technos está cada vez más escaso y más cotizado (200 euros)y en puja hasta más. Mientras que mi bootleg me ha costado 100 euros incluido el envío. Y no me puedo quejar