Durante la historia de las placas arcade éstas siempre han tenido, en el fondo, una arquitectura parecida a la de cualquier ordenador: procesador principal, procesador gráfico y de sonido, memoria RAM y ROMS conteniendo el código. Durante muchos años estas placas fueron superiores técnicamente a los ordenadores y consolas de la época, ya que usaban sus propios procesadores gráficos, de sonido y co-procesadores de apoyo que no se podían encontrar en las máquinas caseras. El resultado eran arquitecturas específicas que superaban en mucho a las posibilidades de los ordenadores domésticos al menos en lo referente a videojuegos, tal y como quedó patente en algunos ports de juegos arcade a máquinas domésticas realmente horrendos debido a sus limitaciones, como podéis leer en este artículo: http://www.arcademaniac.blogspot.com/2010/06/el-dolor-malas-conversiones-de.html
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