Mi primer contacto con Trouble Witches fue con la versión aparecida para PC y que formaba parte de un fabuloso recopilatorio de shumps para esta plataforma que alguien muy amablemente me cedió. Ya en ese momento me pareció realmente bueno, especialmente en el apartado técnico.
En realidad, este juego formaba parte de los llamados Doujin, o juegos creados por aficionados, en este caso por el llamado Studio Siesta. En este caso concreto, el juego estaba creado con tanto mimo y buen gusto en todos los aspectos, que ha sido de los pocos que ha pasado a su profesionalización. La calidad era suficientemente elevada como para ser comercializado en arcades y/o juegos para consolas actuales.
Pocos Doujin dan este paso teniendo en cuenta la gran cantidad de shumps indies que se crean. Muchos tienen gran calidad, pero no aportan ese pequeño toque de genialidad que le da la oportunidad de convertirse en algo realmente bueno.